Querida Hannah. Hay que ver la poca vergüenza que tienen algunos. ¿Poca? Yo diría que ninguna. Ya lo decía el evangelista San Mateo: “Hacen todas sus obras para que los vean los demás. Ensanchan sus filacterias y alargan los flecos del manto. Les gusta ocupar los primeros puestos en las francachelas (perdón, los banquetes) y en las sinagogas, ser saludados en las plazas y que los llamen ¡maestros!...” (Mt 23, 5 - 7) Parece que algunos no saben o no se dan por enterados que el tratamiento de Sr. o Sra. se suele colocar delante de los nombres o de los apellidos (a excepción de algunos personajes ilustres como el Señor Don Gato o el Señor Corchea - Monsieur Croche, para los amigos) y no delante de otros nombres, como por ejemplo, los nicks o los seudónimos con los que se suele entrar en algunos foros. Lástima que no sea obligatorio entrar con nombres y apellidos. Es más, el tratamiento de Sr. o Sra. es simplemente un título de cortesía y no implica que el citado señor pueda ser en realidad un auténtico y verdadero hijo de puta, como por ejemplo, el Tío Adolf. Mejor dicho, el Sr. Adolf. [Ya sabes, el que presumía de la superioridad de la raza mora (perdón, de la raza aria) sobre todas las demás.] Vamos, que uno quiera ponerse, por ejemplo: Morcilla, Longaniza, Puro o cualquier otro seudónimo para entrar en un foro y que luego le traten como Sr. Morcilla, Sra. Longaniza o Sr. Puro. Más que un título de cortesía, parece más bien todo lo contrario. Más bien, parece un auténtico despropósito. No estaría mal que, de la misma manera que se le pregunta a Dios, si no le da vergüenza de algunos representantes que tiene en la Tierra, se le preguntara también si no le da vergüenza de algunos personajes que les representan en la Semana Santa.
Menos mal que van apareciendo otros personajes como La madrugá (Sr. o Sra. madrugá, para algunos) que va poniendo las cosas en su sitio. Aunque eso de tratar a algunas bandas de las cofradías como charangas creo que no ha sido muy acertado. Todavía tienen que sudar mucho para que se pongan a la misma altura. De las charangas, por supuesto. La verdad es que, desde la suela de los zapatos, las babas suelen tardar varios “años luz” en caer. Por cierto, a mí (al igual que a otros muchos) no se me (nos) escapa ningún detalle. Y es evidente que algunos ya dan por hecho (y justamente desde el primer momento) que cabaleroamor y la madrugá vienen a ser como uña y carne. Tan evidente como lo son y de igual modo: Escariote y Amargura de la Copa, por ponerte solo un ejemplo de los muchos que se podrían poner. La diferencia es que yo no soy administrador de ningún foro (con la excepción de los dos que ya te hablé en la carta nº 30) y que en mi ordenador también pueden escribir otras personas, además de un fiel servidor. A estas alturas, parece mentira que aún no se sepa todo el pastel que tienen montado algunos. Pero si ya estamos muy al tanto del funcionamiento de algunos foros, máxime cuando algunas personas muy allegadas a ellos nos lo han dicho muy clarito. Y no es menester dar nombres, que eso queda muy feo. Pero al igual que le dijo un cierto cantamañanas desde su ventana a otro tipo llamado con el significativo nombre de Tomás Ferrús (Tomás, me pronunciaré cuando llegue el momento) y que es precisamente pariente de mi Tío Ramón (el mismo que te presenté en la carta nº 3) yo también me pronunciaré cuando lo vea por conveniente, ya sea a primera hora de la mañana o a última de la madrugada.
Y precisamente hablando de madrugada, La Madrugá es también el título de una Marcha de Procesión y hace referencia, además, a una de las procesiones más emblemáticas de Sevilla. Pero esto no es necesario decirlo. Si lo saben perfectamente. Los hipócritas. Ese es el respeto que tienen algunos. Respeto para los suyos pero no para los demás. Ni tienen respeto a la Semana Santa, ni a las demás cofradías, ni a la música ni, por supuesto, a las personas. Como ya dijo el profeta Isaías: “Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí; en vano me rinde culto, enseñando doctrinas que son preceptos humanos” (Mt 15, 7 - 9) Por cierto, todavía no he encontrado a Austin Powers en las Sagradas Escrituras. Seguiré buscando un poco más. Por lo menos, hasta que el eduvigis venga de vacaciones. Y ya de paso, me entretendré también buscando palabras que terminen en “uza”, como andaluza, caperuza, chapuza, escaramuza, gamuza... lechuza y merluza. Que a mí también se me da bastante bien jugar con las palabras. Un abrazo, Hannah.