CARTA Nº 30

Querida Hannah. Estoy un poquito desconcertado contigo porque me han llegado unos rumores que no sé si serán ciertos o no. Espero que me des próximamente alguna que otra explicación. Bueno, si no me la das tú, ya me la dará personalmente tu novio. Seguro que él mismo me explicará con todo lujo de detalles todo este embrollo. Resulta que van diciendo por ahí (las malas lenguas, como siempre) que te estás haciendo pasar por mí en algún que otro foro. Pero lo más grave no es eso. Al fin y al cabo, que te hagas pasar por mí, no es algo que me preocupe realmente, teniendo en cuenta quién eres tú. Eso sí, si alguna vez se te ocurriera hacerlo, espero que me pidas permiso, por lo menos, ¿no te parece? Como te decía, lo que me preocupa no es eso. Lo que me preocupa realmente es que uno de los profesores me haya dicho exactamente lo mismo, hace tan solo unas semanas. De que alguien se está haciendo pasar por él. Y tengo la sospecha de que eres tú también y eso ya no me gusta nada de nada. Eso sí que me parece muchísimo más grave. De todos modos, supongo que tú no debes de ser la única quien deba de dar alguna explicación al respecto.

Ya te comenté en algunas cartas anteriores (especialmente en la carta nº 14) algunas cosas acerca de los foros. Y precisamente, para saber un poco más sobre ellos, he creado 2 foros de prueba pero solamente para experimentar con ellos. Por cierto, tanto he experimentado que me parece que he causado algún que otro percance en el foro municipal. No me extrañaría que yo mismo hubiera borrado (sin darme cuenta) algunos de los mensajes que desaparecieron hace tan solo unos días. Y creo que he sido yo mismo quien ha dejado sin servicio durante unos días algunos otros foros. Aunque claro, lo mismo son paranoias mías. Pero bueno, eso es lo que le decían también a Cristóbal Colón, antes (y después) de descubrir América. Y eso que se pasó la vida entera dándole la brisa. Bueno, volviendo a nuestro asunto. He creado 2 foros pero creo que no hay ningún límite a la hora de crearlos. Cualquiera puede hacerlo y, además, de forma gratuita e ilimitada. Es muy sencillo. Lo primero que hay que hacer es registrarse en esta Web [pincha aquí: ForosWebGratis.com] y después, ya puedes crear todos los foros que tú quieras y con el diseño que a ti te apetezca. Puedes configurarlos a tu gusto, modificar los datos generales, títulos, cabeceras, franjas horarias... Puedes administrar los grupos, es decir, separar a tus usuarios en diferentes grupos (administradores, usuarios, huéspedes, usuarios bloqueados, usuarios más participativos...) para darles más o menos privilegios y también puedes administrar a todos tus usuarios, bloqueándoles el acceso o modificando sus permisos. También puedes modificar los niveles de seguridad (según tus preferencias) y cambiar los colores, los fondos, las fuentes de todos los elementos del foro, además de muchísimas otras opciones que te permiten configurarlos como tú quieras. La gama es bastante amplia.

En este momento, yo soy el máximo responsable de estos 2 foros. Y ya te he dicho que yo mismo podría crear muchísimos más y podría seguir siendo al mismo tiempo, el máximo responsable de todos ellos. Pero bueno, he pensado que de momento, con 2 foros basta. Y los he confeccionado de tal manera que me he puesto también como administrador, pero solamente en uno de ellos. Aunque también podría ponerme sin ningún tipo de problema como administrador en el otro. Para no perder tiempo, he creado yo mismo a los demás usuarios (independientemente de los que pudieran inscribirse después). Para ello, he tenido que crear varios correos electrónicos y les he asignado a cada uno de ellos un usuario diferente. En total son 10 personajes (que he creado a partir de la nada) pero no tengo ningún inconveniente en crear más, en cualquier momento y sin límite ninguno. Es decir, que podría crear un foro que parezca que están debatiendo a la vez 100 personas, aunque en realidad, solamente haya una. Por supuesto, yo no lo voy a hacer. Eso se lo dejo a otros que están mucho más interesados.

En el primer foro (pincha aquí: LOS PEKOS) te he puesto precisamente a ti, Hannah, como administradora, para que me ayudes a gestionar la administración del mismo. También he inscrito como usuarios del foro a Juan Luis Guerra, Marta Sánchez [al final de estas líneas te he puesto una canción suya que a ti te gusta muchísimo] y a la mismísima Shakira... Fíjate si no hay límite para inscribir “usuarios” en un foro, que hasta he inscrito a Mortadelo y a Filemón. También he inscrito a mi tío Ramón y a mis 3 sobrinos (eso sí, a estos últimos con un solo nick) sin que ellos me lo hubieran pedido. Incluso, he inscrito a mi propio perro. Lo que pasa es que éste, cuando se enteró de que lo había inscrito, se lo dijo (el muy perro) a mis 3 sobrinos y me estuvieron dando la tabarra durante toda una semana para que yo les pusiera también como administradores del foro. Y después de pensarlo muy detenidamente, decidí cambiar a mi perro y a mi tío Ramón, de “usuarios” a “administradores” y a mis 3 sobrinos les he dejado como administradores únicos, pero del otro foro (pincha aquí: ÑP QKTUO).

O sea, que todos los usuarios que aparecen en el foro, los he creado yo solo y sin ayuda de nadie. Con la única excepción de Abigail, que se registró para publicitar a las Empresas offshore (pero que Foroswebgratis no ha tardado en eliminar su comentario, en aplicación de las Condiciones Generales de Uso de los foros) y la de otros dos usuarios que se me han colado y que no tengo ni idea de quienes pueden ser. Uno se hace llamar Salto Crepúsculo y otro las barbas del zelotes. Menos mal que ahora, como soy yo el responsable y el administrador del foro (y del otro foro, que no se te olvide), puedo controlarlos un poquito mejor a través del IP de cada usuario. Acabo de mirar y, efectivamente, estos dos usuarios tienen el mismo número o la misma dirección IP. Eso quiere decir que, si no se trata de la misma persona, deben de ser por lo menos, familiares que vivan en el mismo domicilio o de otras personas que puedan compartir el mismo ordenador. Puede ser a nivel particular o también podría ser de cualquier otra forma, como por ejemplo, en una oficina, en una sede social, etc.

Por eso, Hannah, con tu importantísima ayuda, la de mi tío Ramón, la de mis sobrinos, la del perro y la de todos los demás usuarios (que he creado yo mismo) podemos hacer frente a cualquier ataque que vaya dirigido a LOS PEKOS, un fantástico dúo musical español que seguro que habrás escuchado alguna vez. Y cualquier crítica, por muy pequeña que sea, no la vamos a tolerar en absoluto y de ninguna de las maneras. En cuanto alguien se le ocurra abrir la boca, estaremos todos esperando en la entrada del foro, como si fuéramos auténticos perros guardianes del mismo. Y si las fuerzas no nos acompañaran o si no fueran suficientes para poder afrontar, repeler y rechazar a los “usuarios” que no estuvieran de acuerdo con nosotros, ya habrá alguien que se encargue de crearlos para hacerles frente. Y si no hubiera nadie, pues no pasa nada. Yo mismo me encargaría de crearlos, como he hecho hasta ahora.

Por supuesto, nosotros no vamos a utilizar este foro como arma arrojadiza para criticar y despotricar a otros dúos musicales, como por ejemplo: ESTOPA, CÓMPLICES, BACCARA, AZÚCAR MORENO, ELLA BAILA SOLA, AMISTADES PELIGROSAS, EL DÚO DINÁMICO... como hacen muchos otros. Eso sí, procuraremos que el “debate” (si es que esto se puede llamar debate, jajajajaja) sea imparcial, pero siempre favorable (ojo) a LOS PEKOS. Por eso mismo, tendremos que hacer de vez en cuando un poco la pantomima. Cuando el foro no tenga mucho movimiento, crearemos ese movimiento nosotros solos. De vez en cuando, haremos como si hubieran divergencias entre nosotros mismos y también, como si no estuviéramos de acuerdo en algunos temas, para que no se note el truco. Y de vez en cuando le daremos algún que otro toque de atención a nuestros usuarios (aunque se trate de nosotros mismos) para que luego no digan que este foro es un fraude ni nada por el estilo. Además, si quieren un foro en condiciones, pueden participar en otros foros como el municipal, en los que se supone que la administración es totalmente imparcial.

Bueno, Hannah. Espero que te haya gustado la idea. A mí me ha encantado. Ahora ya puedes empezar a utilizarlo donde, como, cuanto y cuando tú quieras. Seguro que lo estás deseando. Oye, una última cosa. Procura no decirle a nadie todo esto que te acabo de decir. Ni siquiera a tu novio. Será nuestro pequeño secreto, ¿de acuerdo? Un abrazo, Hannah.


CARTA Nº 29

Querida Hannah. Eso no es verdad. Yo no he dicho nunca que tú no puedas ganarte un dinero con la música, aunque sea a un nivel local. Al contrario, yo te animo a que lo hagas. Lo que yo he dicho es que, si no tienes una suficiente preparación para poder desenvolverte tú misma y sin ningún tipo de problema en una agrupación musical, tú no tienes por qué recibir ningún dinero. Y aunque tuvieras esa buena formación musical, si luego incumples tus compromisos con esa misma agrupación, tampoco. Es decir, tú puedes ganarte un dinerillo pero para ello tienes que demostrar tu destreza y también tu responsabilidad. Y lo que me dices de la Banda de la Escuela, ten muy en cuenta que aquella tenía como objetivo principal el de la formación. Por lo que se entiende perfectamente que los músicos no cobraran.

Ya te he dicho en alguna otra ocasión que teniendo el Grado Elemental de Música, lo normal es que tú puedas desenvolverte aceptablemente en una agrupación musical. Pero no todos los que terminan el Grado Elemental lo hacen con todas las materias bien asimiladas. Y se da la circunstancia de que algunos músicos que terminan el Grado Elemental, tocan (e incluso, saben) menos que algunos músicos que tuvieron una formación mucho más rudimentaria, cuando todavía no existía la actual Escuela que se originó en los años 90 del siglo pasado. Por eso, es necesario que a la hora de incorporar a los nuevos músicos haya un buen filtro para que no se admitan a todos aquellos que no están (todavía) lo suficientemente preparados. Y para ello, la figura del Director es esencial en este aspecto. Además de la de los Profesores. Sin embargo, hoy en día ocurre más o menos al revés. Y todo ello porque todavía se piensa que la música no es realmente una actividad importante en nuestras vidas. Aquí, a cualquiera que se le ponga un pito en la boca, ya le llaman músico. Y si te descuidas, hasta le llaman profesor, director o catedrático. Y a cualquiera que medio entone una simple línea melódica, ya le están llamando cantante. Aunque mi Tío Ramón, sin saber música, lo haga todavía mejor.

Mira, Hannah. Una buena formación hace que los ensayos sean más fluidos y, lo que es mucho más importante, mucho más fructíferos. También se consigue que los músicos estén mucho más animados en el aspecto musical (porque en otros aspectos no lo necesitan en absoluto) y que terminen cada ensayo con un buen sabor de boca para volver al siguiente (ensayo) con las mismas ganas (o más) que el anterior. Además, con una buena formación, todos pueden estar mucho más tranquilos a la hora de afrontar cualquier tipo de repertorio. Porque con el nivel que se consigue, se podría tocar prácticamente de todo, desde LA CUCARACHA hasta EL LAGO DE LOS CISNES, por ponerte solo unos ejemplos. Porque cuando se consigue aprender a leer y descifrar cualquier tipo de partitura para luego poder tocarla cada uno con su propio instrumento (y por su propia cuenta, que este es un detalle muy importante que siempre suele pasarse por alto) ocurre más o menos igual que lo que ocurre al aprender a montar en bicicleta: que eso ya no se olvida jamás en la vida. En todo caso, necesitarás ponerte a punto. Pero con los entrenamientos (ensayos) que se realizan, por lo menos una vez a la semana, suelen ser más que suficientes. Y los ensayos no son para aprender a montar en bicicleta, como estamos acostumbrados hasta ahora. En todo caso, sirven más bien para conocer nuevos itinerarios por los que uno puede circular montado en ella. O lo que es lo mismo, tocar un variado tipo de repertorio y en diferentes grados de dificultad. Lo malo es que muchos pretenden ir al Tour de Francia sin haber aprendido a circular todavía por la vía verde. Y para colmo, algunos ni siquiera han aprendido a subirse en la bicicleta. La misma que esperan llevarles triunfalmente por los Campos Elíseos. Espero que me comprendas, Hannah, lo que quiero decirte. Primero hay que aprender a montar en bicicleta y luego a rodar. Y no como suele hacer la mayoría: aprender mientras está rodando con los demás. Porque lo único que se consigue realmente (en la mayoría de los casos) es empujar, tropezar y estorbar el trabajo que se realiza en equipo. Claro, así luego vienen los múltiples problemas. Los que tienen más interés y están más preparados, empiezan por hartarse y aburrirse ya que la mayoría de aquellos que están aprendiendo hacen que el equipo no ruede de una forma fluida y compacta. Y no es de extrañar que algunos de ellos no acudan al entrenamiento, con tal de no soportar a ciclistas que hacen que el pelotón no ruede lo suficientemente bien. Con este panorama, no estaría mal que nuestra academia de música se llamara: academia la bicicleta, para que nos acordáramos de todo esto. ¿No hay una en nuestra capi que se llama la lira? Aunque a mí me parece que el nombre ya está registrado, teniendo en cuenta lo que te dije en la carta nº 1.

Pero claro, seguro que habrá algún listillo que empiece a decir: “Es que todo eso es para los que van a dedicarse profesionalmente a la música”. Pues a ese listillo habría que decirle que no, que de eso nada. Que todo esto te lo decimos para que puedas tocar tú solito y por tu propia cuenta, como mínimo, LA CUCARACHA o LA RAMONA PECHUGONA (con perdón de mi Tío Ramón) sin que nadie tenga que decirte lo que pone en la partitura y hacerlo correctamente, por supuesto. Sin dejarse ni una síncopa de las que hay en la cuerda de los metales y sin dejarse ni una semicorchea de las que hay en la cuerda de las flautas, en la versión original de esta última. ¿O es que esperas tocar toda la vida de oreja? ¿O es que te crees que vas a tener siempre a alguien a tu lado para que te diga lo que pone en la partitura? Si sabes leer tú solo sin necesidad de que nadie te diga lo que pone en un papel, ¿por qué te crees que en la música es algo diferente? Hacer intervalos, practicar con tonalidades, enarmonías, acordes... todo ello te va a servir especialmente para adquirir una destreza en la lectura musical. De la misma manera que cuando eras pequeño aprendías a cortar las palabras en sílabas, aprendías lo que era un sujeto, un predicado, un verbo, un adverbio, un pronombre, un artículo y hacías multitud de ejercicios y juegos relacionados con las letras y con las palabras, para en definitiva, tener una destreza en la lectura, que es lo que verdaderamente importaba en aquellos momentos.

Sin embargo, parece que lo único que les importa a algunos es que, cuanto menos sepan los alumnos, mejor. Cuantas menos canciones puedan aprender, mejor todavía. Y cuanto más mediocre sea dicha orquesta, pues muchísimo mejor todavía. Así, ningún músico estará capacitado para tocar en ninguna otra formación musical, que no sea esa misma. Y si hubiera algún músico que destacara, ya nos encargaríamos de hacer todo lo posible para desanimarlo o para que tocara cada vez peor. [Es como el anuncio del BMW, pero al revés: “Si algo se puede hacer peor, hagámoslo peor”. Lástima que kanfor haya suprimido el vídeo que hizo en esta misma línea, como puedes ver en los comentarios del anuncio que ya te puse en la carta nº 22.] No vaya a ser que alguien adquiera un nivel suficiente, luego se vaya a tocar con otra orquesta, quedándose la primera sin músicos y se acabe por fin el chollo que tenían montado algunos pocos. Es mejor que los miembros de la orquesta sigan aborregados con unas pocas nociones y con unas cuantas canciones para que no exijan más dinero del que les dan en este momento. Y que se lo lleven mejor, los miembros fundadores, aunque tengan el mismo nivel (o menos) que el de algunas de las nuevas incorporaciones. Vamos, que ocurre algo similar a lo que ocurre en Rebelión en la Granja, de George Orwell (creo que ya te he hablado de él en alguna carta anterior). Hay que marginar a los que sobresalen o a los que destacan. Y luego, a participar en el Tour de Francia, sea como sea, aunque quedemos los últimos por la cola. Sin embargo, todos descubren, más tarde o más temprano, el mísero engaño. Fíjate que, hasta se podrían establecer ciertos paralelismos con el movimiento 15 - M. Y no es extraño porque ya estamos acostumbrados a que nos manipulen también en otros muchos aspectos que no tienen nada (o casi nada) que ver con la música. La historia no es nueva: Intentar mantener a la población lo más inculta posible (sin que se note, a ser posible) para controlarla a nuestro antojo. Para evitar que se rebelen y que puedan alterar lo más mínimo el orden establecido o el tinglado que hay montado: El Dinero (el poder sin escrúpulos ni conciencia), el Estado Tradicional (el poder corrupto en manos de los de siempre) y la Iglesia o las religiones en general (el poder del fanatismo y la manipulación del hombre a través de su alma).

Así de claro te lo digo, Hannah. Ponte a estudiar en serio y prepárate lo suficiente para poder dar la talla, aunque sea a un nivel local. Gánate tu dinero pero gánatelo con responsabilidad y con honradez. Y por supuesto, un gesto altruista lo puede hacer cualquiera, ¿cómo no? Pero no permitas que, con la excusa de hacer otro gesto altruista, te engañen y que te tomen el pelo. Y más, cuando lo intentan una y otra vez. Un abrazo, Hannah.


CARTA Nº 28

Querida Hannah. Además de los cursos que me van llegando por correspondencia (como ya te comenté en la carta nº 22) he encontrado también otros que me han parecido muy pero que muy interesantes, por no utilizar otras palabras que serían un poco más exactas. El primero de ellos era un curso para una orquesta de perros (sí, sí; has oído bien, de los que ladran y tienen 4 patas) y este año han elegido una adaptación orquestal de una obrita para piano titulada: El vals del perrito, de Chopin. Ya sabes, el compositor de la famosa marcha fúnebre. Fíjate si es popular esta pieza que hasta el dúo brasileño de guitarras: Los Indios Tabajaras, hicieron una versión hace muchísimos años. Esta piececita es también conocida por el vals del minuto, aunque en realidad si se interpreta correctamente, dura un minuto y medio, aproximadamente. Bueno, como mucho dos minutos o poco más. Lo malo es que el curso dura 180 días (es decir, casi 260.000 minutos) para tener que tocar solamente esta obrita que, tocada con una duración de 2 minutos, podría interpretarse casi 130.000 veces seguidas durante ese mismo periodo. De todos modos, he dejado inscrito a mi perro allí para que él mismo me fuera contando poco a poco todos los avatares del mismo. Y de momento, allí continúa. Han pasado 90 días desde que se inició el curso y me parece que ya van por el compás nº 4, según el correo electrónico que me acaba de enviar mi propio perro. Vamos, que todavía no ha llegado a terminar de hacer los primeros ladridos, perdón, compases de la partitura.

El segundo curso que he encontrado es para una orquesta de gatos. Este sí que era, a priori, mucho más interesante porque había que montar completa (y no solamente el famoso Intermedio) la zarzuela: LA VENTA DE LOS GATOS, de José Serrano. Ya sabes, el autor de La Dolorosa, Alma de Dios y La Canción del Olvido, entre otras muchas. Pero unos se peleaban por tocar esta obra y otros por tocar: LA GATITA BLANCA, una zarzuela de Amadeo Vives (Bohemios, Doña Francisquita) y Gerónimo Giménez (La Boda y el Baile de Luis Alonso). Sin embargo, otros querían tocar otra obra mucho más conocida titulada: CATS, un musical de Andrew Lloyd Webber. Ya sabes, el de Jesucristo Superstar, El Fantasma de la Ópera y el del Amigos para siempre. Y para colmo, había otros que preferían tocar, nada más y nada menos, la ópera EL GATO MONTÉS. Pero los partidarios de esta obra estaban también divididos porque unos querían tocar la obra completa que dura casi 2 horas y otros solamente querían tocar el famosísimo pasodoble del Acto II. Ya sabes, el pasodoble que se suele tocar en los toros y en nuestra Semana Santa. Pero en cuanto los primeros vieron la dificultad de tocar la obra completa, en vez de decantarse por tocar solamente el pasodoble, cambiaron de opinión y se decantaron por otra obra titulada: EL GATO VALSEADOR, de Leroy Anderson. Ya sabes, el autor de Sleigh Ride y La Máquina de Escribir. La verdad es que no se ponían de acuerdo porque solamente podían elegir una sola obra para poder tocarla en los 150 días que duraba el curso. Es que si no, no daba tiempo ensayar ninguna más. Ahora me he enterado que al final lo lograron. Aunque, finalmente tuvieron que elegir, no una, sino dos. Concretamente, las siguientes canciones: ESTABA EL SEÑOR DON GATO y EL GATO VOLADOR.

Y el tercero era un curso para una orquesta de conejos en la que se iba a practicar precisamente: La Ronda de los Conejos. Seguramente ya la habrás escuchado en la versión de Cantajuegos. Pero como no habían llegado las partituras a tiempo, el curso se ha tenido que suspender hasta el año que viene. Eso sí, sin devolver el dinero a los 650 alumnos matriculados. Porque tienes que saber que a algunas personas solo les interesa hacer esto y hacer lo otro, pero solo para presumir. Porque en el fondo no consiguen nada que merezca la pena. Como decía mi Tío Ramón cuando vio la adaptación televisiva de ENTRE NARANJOS, la novela de Blasco Ibáñez: “Lo importante es que hagas cosas, que te vean, que te admiren y que te vean siempre en medio del jaleo. Aunque tú sepas que en realidad no sirve absolutamente para nada.” Lo malo es que mi tío no se da cuenta de que hay otras fórmulas mucho más efectivas y que con ellas se pueden obtener unos resultados muchísimo mejores. Además, de nada sirve hacer cosas cuando para poder hacerlas has tenido que derribar a otros que realmente amaban lo que hacían y luchaban realmente por ellas en cuerpo y alma. Y que hay muchas maneras de derribar: por acción y por omisión. Por actividad o por pasividad. Por cierto, me gustaría saber dónde habrá ido a parar el dinero de las matrículas de este último curso, el de los conejos. Y luego que digan a ver quien chupa realmente del bote, teniendo en cuenta que como Director de la Banda yo cobraba tres veces menos de lo que cobran otros y teniendo en cuenta que como Director de los Pekes no cobraba absolutamente nada. Eso, sin entrar en más detalles. Pero claro, seguramente el eduvigis (ya sabes, el del foro morao) no sabe ni tan siquiera, quien es el Director de la Banda ni el Director de los Pekes. Cuando venga de vacaciones tendrá que refrescarse un poco la memoria, aunque sea dándose un chapuzón en la playa que aparece en el vídeo que te he puesto al final de estas líneas. Porque dando la cara, seguro segurísimo que no lo va a hacer. Como hacen todos los de su cabaña. Un abrazo, simpatiquísima.


CARTA Nº 27

Querida Hannah. Menuda la que montó Lars von Trier, el director de cine, hace tan sólo unos meses en el Festival de Cannes, cuando dijo que simpatizaba un poco con un tal Hitler. Aunque no menos importante es la que protagonizó también Francisco Giménez Gracia, Director General de Promoción de la Cultura y del Libro, de la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de Murcia, tachando a los jóvenes del 15 - M como nazis. Pincha aquí: LOS NENICOS. Estas dos personas han ejercido perfectamente su derecho a la Libertad de Expresión. Lo que pasa es que muchas veces (y para otras muchas personas), la Libertad de Expresión consiste solamente en decir lo que otros quieren oír. Porque cuando se hace lo contrario, entonces siempre hay alguien que se molesta y que puede tomar represalias, de muy diversas maneras, contra esa misma persona. Al director de cine le han declarado “persona non grata” por sus polémicas declaraciones y al director general del libro, digamos que le habrá faltado poco para que le llamen como mínimo hijo “predilecto”, por no decir otra palabra que también empieza por la misma letra. Precisamente a mí, también me pasa algo parecido a lo que le ocurre a Lars von Trier. No es que yo simpatice exactamente con Hitler. Lo que me ocurre a mí, más bien, querida Hannah, es que Hitler me cae algo simpático. Pero antes de que se confirmen ciertos rumores, déjame al menos que te los desmienta, ¿de acuerdo?

“Ni dios ni dictador, prefiero ser director de orquesta”, decía Richard Wagner haciendo frente a sus críticos. Si hubiera puesto cítricos, estoy seguro que también me hubieras entendido exactamente igual, ¿verdad? Lo cierto es que yo no soy ni Wagner ni director de orquesta. Y lo de dios y lo de dictador se lo dejamos a otros como al in your own way (o al eduvigis, que viene a ser lo mismo). En todo caso, he sido director de una banda o de una agrupación de músicos. Aunque ahora se empeñe marciano en decir en el foro municipal que no era una banda sino una bandeja, es decir, una agrupación de musiquejos. También es cierto que si uno pone un límite de velocidad, entonces a ese alguien le suelen llamar, como mínimo, fascista. Si otro pone restricciones a la hora de fumar, ídem de lo mismo. Si un profesor no cambia el día del examen (que no es precisamente mi caso pero que podría serlo perfectamente) pues también, como en los demás ejemplos. Y si cualquiera piensa, dice o hace algo que algunos otros no les conviene, pues ya se sabe lo que le suelen decir: que es un dictador y un fascista, entre otros calificativos que vienen a ser bastante similares.

En el primer caso, al director de cine hay que juzgarlo más bien por su obra artística, más que por sus declaraciones, que él mismo ya ha intentado aclarar y matizar, aunque luego haya quienes nunca se sentirán satisfechos del todo. En el segundo caso, al director del libro, en un principio, supongo que será exactamente igual. Habrá que juzgarlo por su gestión profesional, más que por sus desafortunadas declaraciones. Él también ha pedido disculpas en su blog. Pero claro, el primero es simplemente una persona que hace películas, que la gente puede ir (o no ir) a verlas y que a unos les gustará más, a otros menos y a otros, supongo que no les gustará nada. Sin embargo, el segundo es un Director General de Promoción de la Cultura y del Libro, de una Consejería de Cultura que también forma parte de un equipo de gobierno y que ha sido elegido democráticamente. Y llama nazis, a una serie de personas que se manifiestan legítimamente. Por cierto, Hitler también fue elegido democráticamente, ¿verdad? A ver si va a ser verdad lo que decía un tal Charles Bukowsky: “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en una democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”.

Decía un novelista y periodista estadounidense llamado John Rodrigo Dos Passos que: “Somos libres, libres como las barcas perdidas en el mar.” Quizá los que piden DEMOCRACIA REAL se han dado cuenta de que, al fin y al cabo (y esto no hay que tomarlo exactamente al pie de la letra) no hay mucha diferencia entre prohibir escupir en el mar (DICTADURA) y dar libertad total para escupir en el mar (DEMOCRACIA). Lo que pasa es que algunos procedimientos que están utilizando no son los más apropiados. Que se lo digan, por ejemplo, a los comerciantes que se han visto perjudicados. Aunque simpatizo en líneas generales con este movimiento, me llama la atención de que algunos pongan en duda la validez de las urnas que, aunque no sea lo más perfecto, es lo mejor que tenemos. Siempre nos han dicho que la Democracia no es la más perfecta de todas las formas de gobierno. Pero por lo menos, es la menos mala. Pero lo que más me llama la atención es lo que escribe el señor Director General del Libro cuando se refiere a la democracia ateniense: “la auténtica, la de pata negra”. Y me llama la atención porque esas palabras parecen guardar un doble sentido. Ni siquiera el mismísimo Platón [el mismo que narró la muerte de Sócrates] compartiría esas mismas palabras, como refleja en su obra: LA REPÚBLICA. Bueno, no es exactamente que no las comparta. Es que ni siquiera considera la democracia ateniense como la mejor forma de gobierno. En todo caso, la democracia ateniense tiene su importancia (a nivel universal, para que nos entendamos) porque es la primera vez que en una fecha tan temprana (S. V a. C) se da esta forma de gobierno. Y eso era algo único en el mundo. De ahí radica su verdadera importancia. Pero no olvidemos que la democracia ateniense (y esto es muy importante) era solamente para una pequeña parte de la ciudad estado de Atenas: solamente para los hombres libres, que eran muy poquitos con respecto al resto de la población. Y la Democracia en los tiempos modernos, poco se parece a aquella democracia. La de hoy es muchísimo mejor que aquella, por supuesto, aunque su origen se remonte a aquella época y a aquel lugar. Con esas palabras anteriores se abren ciertas dudas: ¿No será más bien que algunas personas quieren que volvamos a la democracia “de unos pocos”? ¿O que la democracia ateniense, como no era perfecta, pues tampoco justifica la nuestra? ¿O que la democracia solamente es válida, siempre y cuando a algunos les sea favorable o siempre y cuando les convenga a sus propios intereses? Hoy en día, no todos respetamos las reglas de la democracia. Y siempre solemos escudarnos en otros factores para no respetarlas. Y es que para muchos, cuatro años vienen a ser siempre demasiados. Se trate de González o de Zapatero. Con crisis o sin crisis. Y además, no es lo mismo 40 años de Franquismo (ininterrumpidos) que 32 años de Socialismo (con elecciones democráticas cada 4 años), aunque algunos insinúen lo contrario.

Como te iba diciendo, Hannah, el mero hecho de no querer votar que han manifestado algunos partidarios del 15 - M, creo que es una falta de respeto a todas aquellas personas que se sacrificaron y que dieron su vida para conseguir el sufragio universal y para que todos pudiéramos ejercer esa pequeña pero importantísima responsabilidad. Fíjate lo difícil que es meter una papeleta en un sobre y el sobre en una urna. Mucho más difícil fue conseguir que todos pudiéramos tener y poder ejercer ese derecho. Sin embargo, ahora que lo tenemos, muchos le dan la espalda. Quien no quiera votar a los partidos mayoritarios, puede hacerlo a cualquier otro partido, aunque sea minoritario. Quizá con el tiempo, ese partido minoritario también pueda llegar a convertirse en mayoritario. También se puede votar en blanco. O nulo, aunque sea con un “15 - M” puesto a mano. Pero todo se puede cambiar a través de las instituciones. Todos podemos ir en contra del sistema, utilizando el propio sistema. Si estudiaras Historia de la Música, te darías cuenta de que es algo muy parecido. Para crear un nuevo estilo musical siempre se parte de uno o de varios estilos anteriores, aunque el estilo resultante sea totalmente opuesto. Como si el rock o la música pop no tuvieran nada que ver con la música clásica (o culta). Para romper las reglas, primero tienes que conocerlas. Si no las conoces, no puedes en realidad romperlas. Aunque mucho me temo que quizá no haya una verdadera voluntad de romper ni de cambiar nada. O quizás, como diría Fabrizio Salina en EL GATOPARDO: “Es necesario que todo cambie para que todo siga como está”.

Vaya, ya me ha salido otro rollo macabeo, filisteo o saduceo, como dice tu amigo Eliseo el fariseo. El caso es que siempre que publico alguna de las cartas que te dirijo a ti, siempre hay alguien que se molesta o que se da por aludido. Como te he dicho antes, esto de la Libre Expresión está muy pero que muy bien, excepto para aquellos que no les interesa que digas lo que ellos no quieren oír. ¡Ah, por cierto! Te había dicho antes que Hitler me cae algo simpático, ¿verdad? Pero se me ha olvidado decirte que solamente cuando veo una y otra vez las películas SER O NO SER, EL GRAN DICTADOR y LOS PRODUCTORES. [Pincha aquí: LOS PRODUCTORES.] Al final de estas líneas, puedes ver una escena de esta última, que también es un famosísimo musical. Espero que la disfrutes tanto como la disfruto yo. Un abrazo, Hannah.


CARTA Nº 26

Querida Hannah. Hoy quiero proponerte un pequeño y sencillo experimento. Pero para ello, necesito enteramente de tu colaboración, ¿de acuerdo? Solo serán algunos minutitos pero creo que merecerán la pena. Te lo aseguro.

1º PASO: Escucha muy atentamente el siguiente vídeo. Es muy corto, no llega ni a los 3 minutos. Pero es esencial que NO VEAS LAS IMÁGENES que van a aparecer (Por el momento). Ten un poco de paciencia y un poquito de confianza. Y no te preocupes, que las vas a ver enseguida. Pero primero solamente ESCÚCHALO. No mires nada. Es que si no... quizá no puedas entender lo que quiero decirte. Mira, si quieres, puedes cerrar un momentito los ojos. O si lo prefieres, puedes girar y dar la vuelta a la silla. O incluso, puedes levantarte y mirar mientras tanto para otro lado. Ya te digo, no llega ni a los 3 minutos. Ni siquiera intentes averiguar de lo que se trata para que no vayas condicionada de ninguna manera. Y aunque parezca que no entiendas nada, tú sigue adelante y déjate llevar. Porque el efecto que pretendo conseguir, será muchísimo mayor si sigues todas mis recomendaciones. De momento, limítate solamente a ESCUCHAR. Y vuelvo a decirte que tengas un poco de paciencia y un poquito de confianza. Recuerda, este primer paso es fundamental. Bueno, estás preparada ¿verdad? Bien, pincha en el siguiente enlace y luego no mires. Cuando finalice, vuelve aquí otra vez y seguimos. Pincha aquí: 1º PASO.

2º PASO: ¿Ya has vuelto? Muy bien. Es muy probable que cuando hayas ESCUCHADO este vídeo, te hayas quedado como que no te has enterado de nada. O de casi nada, ¿verdad? Y es muy probable que estés pensando que te estoy tomando el pelo. Pues te equivocas enteramente. Seguro que si ahora te pregunto: “¿Te ha gustado lo que acabas de escuchar?” Seguro me dirías algo así: “¿Cómo me va a gustar, si ni siquiera me he enterado de lo que dicen o de lo que pasa?”. Bueno, ten un poquito más de paciencia. Ahora, vuelve a escucharlo otra vez. Exactamente DE LA MISMA MANERA que la vez anterior. Pero en esta ocasión, realízate algunas preguntas acerca de las personas que hay, cuántas hablan, qué sonidos aparecen… en definitiva, pregúntate: ¿qué es lo que puede estar pasando? Pero recuerda, es muy importante que todavía NO MIRES para nada las imágenes, ¿vale? Pincha en el siguiente enlace y luego no mires. Es el mismo de antes. Y cuando finalice, vuelve otra vez aquí y continuamos. Pincha aquí: 2º PASO.

3º PASO: Es muy probable que todavía no lo entiendas ni lo comprendas del todo. Quizá un poquito más que antes, pero no lo suficiente. No pasa nada porque es lo normal. A continuación, vuelve a escucharlo. Pero esta vez, ya puedes mirar. Es decir, a partir de ahora, ya PUEDES VER las imágenes. Pero quiero que sepas que esto no va a ser todavía lo definitivo ¿vale? Así que, ten todavía un poquito más de paciencia. Pincha aquí: 3º PASO.

4º PASO: Y ahora ya, por último, te propongo que veas y escuches también este otro vídeo. No es necesario que lo veas completo. Pasa hacia delante, busca a partir del minuto 4 y 20 segundos (la secuencia llega hasta el minuto 7 y 10 segundos). No es necesario que veas lo anterior (ni lo posterior) a estas indicaciones temporales. Solo quiero que veas concretamente este fragmento porque corresponde a la secuencia que has estado escuchando (y viendo) anteriormente. Puedes hacerlo ahora aquí mismo [4º PASO]:



¿Qué te ha parecido? Estoy casi seguro de que lo que estás sintiendo en este instante, no tiene casi nada que ver con la primera sensación que habías tenido, después de “escuchar” el mismo vídeo pero la primera vez (1º PASO).

Pues eso mismo es lo que pasa muchas veces cuando vemos y escuchamos, no solamente música, sino que también ocurre algo muy parecido cuando vemos alguna película, leemos algún libro, vemos una obra de teatro, escuchamos una ópera... no sé, cualquier cosa que no estemos... acostumbrados. La primera sensación suele ser como que no nos gusta. Pero si nos paramos a pensar un poco más detenidamente, lo que ocurre en realidad (en la mayoría de ocasiones) es que simplemente no lo entendemos y que no tenemos la información suficiente como para emitir un juicio claro de si nos gusta o no. Muchas veces decimos que ciertos tipos de música no nos gustan. Pero en la mayoría de ocasiones lo que ocurre es que no lo entendemos. Y si no lo entendemos, no podemos decir con exactitud si nos gusta o no.

Recuerda Hannah lo que pasaba en el primer y en el segundo paso. Podríamos haber estado escuchando ese primer vídeo horas y horas... y posiblemente no lo habríamos entendido nunca [Imagínate ver una película completa de esa misma manera]. Y por mucho que hubiéramos visto ese mismo vídeo, tampoco nos hubiera gustado cada vez más. Al contrario, lo hubiéramos más bien aborrecido. Y posiblemente me hubieras aborrecido a mí también. Pero en cuanto hemos visto la misma escena con las imágenes (3º PASO) la cosa cambia un poco, ¿verdad? Y cuando hemos visto la misma secuencia en un idioma familiar (para nosotros) y con una buena interpretación (en este caso, un extraordinario doblaje) ya no queda ninguna duda al respecto (4º PASO). Hemos pasado de una escena que no entendíamos, que no nos gustaba, que no nos transmitía nada… a que esa misma escena la podamos entender perfectamente, incluso que nos guste y que nos trasmita muchas cosas que la primera vez no nos transmitía. Sin embargo, la escena es la misma. Somos nosotros los que hemos experimentado un cambio. Así que: no siempre es la primera impresión la que verdaderamente cuenta, por mucho que se diga lo contrario. En muchos casos, la primera impresión es simplemente la primera toma de contacto de muchas otras cosas maravillosas que simplemente hay que llegar a descubrir. Un abrazo, Hannah.