CARTA Nº 26

Querida Hannah. Hoy quiero proponerte un pequeño y sencillo experimento. Pero para ello, necesito enteramente de tu colaboración, ¿de acuerdo? Solo serán algunos minutitos pero creo que merecerán la pena. Te lo aseguro.

1º PASO: Escucha muy atentamente el siguiente vídeo. Es muy corto, no llega ni a los 3 minutos. Pero es esencial que NO VEAS LAS IMÁGENES que van a aparecer (Por el momento). Ten un poco de paciencia y un poquito de confianza. Y no te preocupes, que las vas a ver enseguida. Pero primero solamente ESCÚCHALO. No mires nada. Es que si no... quizá no puedas entender lo que quiero decirte. Mira, si quieres, puedes cerrar un momentito los ojos. O si lo prefieres, puedes girar y dar la vuelta a la silla. O incluso, puedes levantarte y mirar mientras tanto para otro lado. Ya te digo, no llega ni a los 3 minutos. Ni siquiera intentes averiguar de lo que se trata para que no vayas condicionada de ninguna manera. Y aunque parezca que no entiendas nada, tú sigue adelante y déjate llevar. Porque el efecto que pretendo conseguir, será muchísimo mayor si sigues todas mis recomendaciones. De momento, limítate solamente a ESCUCHAR. Y vuelvo a decirte que tengas un poco de paciencia y un poquito de confianza. Recuerda, este primer paso es fundamental. Bueno, estás preparada ¿verdad? Bien, pincha en el siguiente enlace y luego no mires. Cuando finalice, vuelve aquí otra vez y seguimos. Pincha aquí: 1º PASO.

2º PASO: ¿Ya has vuelto? Muy bien. Es muy probable que cuando hayas ESCUCHADO este vídeo, te hayas quedado como que no te has enterado de nada. O de casi nada, ¿verdad? Y es muy probable que estés pensando que te estoy tomando el pelo. Pues te equivocas enteramente. Seguro que si ahora te pregunto: “¿Te ha gustado lo que acabas de escuchar?” Seguro me dirías algo así: “¿Cómo me va a gustar, si ni siquiera me he enterado de lo que dicen o de lo que pasa?”. Bueno, ten un poquito más de paciencia. Ahora, vuelve a escucharlo otra vez. Exactamente DE LA MISMA MANERA que la vez anterior. Pero en esta ocasión, realízate algunas preguntas acerca de las personas que hay, cuántas hablan, qué sonidos aparecen… en definitiva, pregúntate: ¿qué es lo que puede estar pasando? Pero recuerda, es muy importante que todavía NO MIRES para nada las imágenes, ¿vale? Pincha en el siguiente enlace y luego no mires. Es el mismo de antes. Y cuando finalice, vuelve otra vez aquí y continuamos. Pincha aquí: 2º PASO.

3º PASO: Es muy probable que todavía no lo entiendas ni lo comprendas del todo. Quizá un poquito más que antes, pero no lo suficiente. No pasa nada porque es lo normal. A continuación, vuelve a escucharlo. Pero esta vez, ya puedes mirar. Es decir, a partir de ahora, ya PUEDES VER las imágenes. Pero quiero que sepas que esto no va a ser todavía lo definitivo ¿vale? Así que, ten todavía un poquito más de paciencia. Pincha aquí: 3º PASO.

4º PASO: Y ahora ya, por último, te propongo que veas y escuches también este otro vídeo. No es necesario que lo veas completo. Pasa hacia delante, busca a partir del minuto 4 y 20 segundos (la secuencia llega hasta el minuto 7 y 10 segundos). No es necesario que veas lo anterior (ni lo posterior) a estas indicaciones temporales. Solo quiero que veas concretamente este fragmento porque corresponde a la secuencia que has estado escuchando (y viendo) anteriormente. Puedes hacerlo ahora aquí mismo [4º PASO]:



¿Qué te ha parecido? Estoy casi seguro de que lo que estás sintiendo en este instante, no tiene casi nada que ver con la primera sensación que habías tenido, después de “escuchar” el mismo vídeo pero la primera vez (1º PASO).

Pues eso mismo es lo que pasa muchas veces cuando vemos y escuchamos, no solamente música, sino que también ocurre algo muy parecido cuando vemos alguna película, leemos algún libro, vemos una obra de teatro, escuchamos una ópera... no sé, cualquier cosa que no estemos... acostumbrados. La primera sensación suele ser como que no nos gusta. Pero si nos paramos a pensar un poco más detenidamente, lo que ocurre en realidad (en la mayoría de ocasiones) es que simplemente no lo entendemos y que no tenemos la información suficiente como para emitir un juicio claro de si nos gusta o no. Muchas veces decimos que ciertos tipos de música no nos gustan. Pero en la mayoría de ocasiones lo que ocurre es que no lo entendemos. Y si no lo entendemos, no podemos decir con exactitud si nos gusta o no.

Recuerda Hannah lo que pasaba en el primer y en el segundo paso. Podríamos haber estado escuchando ese primer vídeo horas y horas... y posiblemente no lo habríamos entendido nunca [Imagínate ver una película completa de esa misma manera]. Y por mucho que hubiéramos visto ese mismo vídeo, tampoco nos hubiera gustado cada vez más. Al contrario, lo hubiéramos más bien aborrecido. Y posiblemente me hubieras aborrecido a mí también. Pero en cuanto hemos visto la misma escena con las imágenes (3º PASO) la cosa cambia un poco, ¿verdad? Y cuando hemos visto la misma secuencia en un idioma familiar (para nosotros) y con una buena interpretación (en este caso, un extraordinario doblaje) ya no queda ninguna duda al respecto (4º PASO). Hemos pasado de una escena que no entendíamos, que no nos gustaba, que no nos transmitía nada… a que esa misma escena la podamos entender perfectamente, incluso que nos guste y que nos trasmita muchas cosas que la primera vez no nos transmitía. Sin embargo, la escena es la misma. Somos nosotros los que hemos experimentado un cambio. Así que: no siempre es la primera impresión la que verdaderamente cuenta, por mucho que se diga lo contrario. En muchos casos, la primera impresión es simplemente la primera toma de contacto de muchas otras cosas maravillosas que simplemente hay que llegar a descubrir. Un abrazo, Hannah.