CARTA Nº 47

Querida Hannah. Lee con mucha atención las siguientes palabras porque, te aseguro que no te van a dejar indiferente. Es más, es muy posible que después, te quedes con la boca abierta:

En torno a la tina lanzaron un griterío victorioso.

- ¡Acabamos con él! – clamó el Cacholo, levantando el pellejo con sus dos manos.

- ¡Adelante todos! – ordenó el Seco.

En el acto se oyó la zambullida en la tina de los vasos y vasijas. Al instante siguiente, el corro de cabezas miraba al techo, el corro de gaznates exhibía el vaivén de la nuez. Regueritos morados descendían por las comisuras de las bocas y se enredaban en los cañones de las barbas. Los más refinados se pasaron el dorso de la mano por los labios. Varios suspiraron hondo.

- ¡Esto es vida! – exclamó Galera antes de volver a atizarle otro bocado al chorizo.

El Rubio se puso a cantar y pronto le corearon el final de cada verso:


<< Dicen que los madereros, ¡Moler!, tienen la vida en un hilo, ¡Moler! Si la “tién” o no la tienen, ¡Moler!, maderero es mi marido, ¡Moler! >>

Y de esta última canción te quería hablar. Hace unos años descubrí por televisión algo realmente maravilloso. Fue uno de esos momentos mágicos que no se olvidan jamás. Lo más curioso es que ni siquiera la estaba viendo. Estaría haciendo otra cosa. Solo recuerdo cuando empezó a sonar esta canción. En ese instante, salté literalmente de la silla y todos los que estábamos en casa nos quedamos boquiabiertos. Y esa misma canción es la que tienes al final de estas líneas. Las palabras de antes pertenecen a la novela: EL RÍO QUE NOS LLEVA de José Luis Sampedro, la cual fue llevada al cine por Antonio del Real. En mi blog tienes un poco más de información. Y muy especialmente, en cada uno de los vídeos que subí a mi Canal de YouTube. Puedes acceder a la lista de reproducción (son 21 vídeos) desde el siguiente enlace. Pincha aquí: EL RÍO QUE NOS LLEVA. Con ella, con una secuencia de la misma y con nuestra canción más internacional, te deseo unas muy felices fiestas. Un abrazo, Hannah.