Querida Hannah. Si hay un director de orquesta que me ha fascinado desde siempre ha sido sin ninguna duda Simon Rattle. Es decir, Sir Simon Rattle, que no todo el mundo puede presumir de ese honor. Pincha aquí: SIMON RATTLE. Todo empezó hace muchísimos años, cuando compré una película VHS (ya te puedes figurar, jajaja) con un documental sobre: “Guía de orquesta para jóvenes” de Benjamin Britten, una de las obras musicales más conocidas de este compositor. Y allí estaba él con la Filarmónica de Birmingham. Actualmente está con la Filarmónica de Berlín, como pudiste comprobar en la carta nº 34. Así que, cualquier coincidencia con el Simon Cenobio o Cenutrio (con C) es totalmente casual, aunque dirija la Filarmónica de Filadelfia de Kraft y aunque haga muy buenos quesos.
Yo, personalmente, prefiero al Simon Boccanegra, un corsario que más tarde llegó a ser primer dogo de Génova. Aunque bien mirado, casi prefiero mejor a su hija, Maria Boccanegra. Oye, no te confundas, ¿eh? Que te estoy hablando de los personajes de la ópera homónima de Giuseppe Verdi. No vayas a pensarte lo que no es, jajajajaja. Y si no, pregúntale al aldoraine, que seguro que él la ha escuchado alguna vez. Recuerda sus palabras: “Creo que la gente que escribe tiene un error de concepto de lo que es una banda, ¿cómo van a tocar un mambo? ¿es que estamos locos? Que no toquen el Polifemo ese porque es muy largo jajaja, vaya unos aficionados a la música tenemos aquí...” En la carta nº 32 te hablé un poco de ello. Y también en el artículo con el que inauguré mi blog. Pincha aquí: ENTRE POLIFEMOS. Pero es muy curioso que este personaje diga todo esto cuando él, precisamente, es uno de los que no conocía ni tan siquiera EL SITIO DE ZARAGOZA [Puestos a no conocer, no conocía ni el CONCIERTO DE ARANJUEZ] mientras Los Pekes y Los Curros estaban ya “hinchados” de tocarla, después de tantos y tantísimos años.
Y puestos a no conocer, seguro que no conocerá ni tan siquiera: WEST SIDE STORY de Leonard Bernstein. Y ya de paso, su famoso mambo. ¡¡¡MAMBÔ!!! Puedes escucharlo al final de estas líneas. Está interpretado, no por la Banda, sino por la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela (precisamente, con Simon Rattle a la batuta). Y no veo yo por ninguna parte a ninguna cabra ni nada que se le parezca. Así que, luego le dices al aldoraine, a ver quién está loco. Aunque, quizá sea mejor ser (o estar) loco, que ser un ceporro musical, según sus mismas palabras. Solo que el ceporro debe ser él mismo. Seguro que cuando vea esto, además de la baba, se le caerá también la cara de vergüenza. Un abrazo, Hannah.