CARTA Nº 67

Querida Hannah. Qué fácil es recurrir a la vida privada de una persona cuando no se lleva la razón o simplemente, cuando a uno se le acaban sus argumentos. Dice el aldoraine (mejor dicho, insinúa) que yo no soy feliz. Y puede que esté en lo cierto, si nos atenemos a su peculiar concepción de lo que es para él la felicidad. ¿No dicen que los tontos son felices? Pues al leer sus felicísimos comentarios, se puede deducir fácilmente que él lo es bastante [Pincha aquí: CERTAMEN] Con el sabelotodo del reino moro, pasa otro tanto. Parece que no ha leído todavía a Gonzalo de Berceo y tampoco debe de haber oído hablar de la visión medieval del mundo terreno como un valle de lágrimas en el que se desprecia la vida terrena y se valora la vida eterna, la cual sigue vigente en la actualidad para muchas personas, especialmente para aquellas que viven de verdad el Cristianismo (y no la parafernalia que supone para muchos la Semana Santa). Se que ve que para él, más que un valle de lágrimas, parece más bien un valle de babas [Pincha aquí: ARREGLO FLORAL EN LOS TRONOS - MARZO 2011]

Y claro que hay que vivir. Aunque la mayoría ya se conforma bastante con sobrevivir. Porque fíjate si es tan cansado el vivir, que acaba uno siempre muriéndose. Al menos, eso es lo normal. Y lo que para muchos es aprovechar el tiempo, para otros simplemente es perderlo. Y viceversa. Aunque si lo miramos desde esta otra perspectiva un poco más amplia, ¿qué es la vida en definitiva sino una inútil pérdida de horas, minutos y segundos? ¿Quién se acordará de aldoraine y de sus celebérrimos comentarios, no ya cuando no estemos ninguno de nosotros en este breve lapsus de tiempo que es la vida, sino cuando se acaben todos los compases de la sinfonía que empezó hace millones y millones de años en nuestro maravilloso universo? Bueno, siempre nos quedará el marciano (el extraterrestre ese que vivía hasta hace poco tiempo en el foro municipal y que ahora debe de haberse refugiado en otro planeta, perdón, en otro foro). Cuando se haya apagado el Sol, lo mismo nos ilumina los cielos con un Sol # [sostenido] y consigue restablecer la conexión en algún que otro lugar donde haya Internet. Eso sí, después de haberle dado algunas vueltas alrededor, como suele hacer él de costumbre.

Y ya que toda vida empieza sin que nadie lo haya pedido [a no ser que alguien lo haya solicitado antes por escrito o hubiera enviado un sms al número 7354 con el siguiente mensaje: “Sí / No (quiero nacer, se entiende)” o “Ya avisaré un poco mas tarde, gracias”] no estaría mal que esa vida sea realmente vivida tal y como uno quiere y le apetece de verdad, más o menos como ya te comenté en la carta nº 25 [pincha en la columna de la derecha] Y ahora que hace un momento acabo de pasar un buen rato por el chat del facebook, mientras jugaba una selección de fútbol que dicen que ha ganado hace poco no se qué de una copa de fútbol, voy a calzarme una maravillosa obra musical que hacía tiempo que no escuchaba: Júpiter, el portador de la alegría [Como te darás cuenta, no me dejo ningún detalle al escribirte esta carta; ni en esta ni en las otras] Y luego me pondré con otra cosa que me apetezca, al igual que hice ayer y al igual que haré mañana, siempre que tengamos la suerte de que mañana, también anochezca. Un abrazo, Hannah.