Calaf (el príncipe desconocido): ¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
¡Tampoco tú, oh Princesa, en tu fría habitación miras las estrellas que tiemblan de amor y de esperanza!
¡Pero mi misterio está encerrado en mí! ¡Mi nombre nadie sabrá! ¡No, no, sobre tu boca lo diré, sólo cuando la luz resplandezca! ¡Y mi beso romperá el silencio que te hace mía!
Voces de mujeres (dentro, lejano): Su nombre nadie sabrá… ¡Y nosotras, ay, deberemos morir, morir!
Calaf: ¡Disípate, oh noche! ¡Ocultaos, estrellas! ¡Ocultaos, estrellas! ¡Al alba venceré! ¡Venceré! ¡Venceré!
Querida Hannah. Las 4 de la mañana. Y yo tampoco dormí [Nessun dorma. Acto III, Turandot; Puccini] Pero por otros motivos. Me había propuesto quedarme hasta esa hora para volver a escucharla una vez más. Un poco antes de las tres de la tarde de ese día (bueno, del día anterior) me cautivó tanto, que esa noche estuve esperando hasta altas horas de la madrugada para volverla a escuchar. Fueron las dos primeras veces que la escuché en mi vida.
El programa se llamaba el Buzón del Oyente y se emitía en Radio Clásica (por aquella época, Radio 2). Yo debía de tener unos 14 años. Recuerdo que cuando salía del Insti, me iba directamente a casa para llamar a ese programa. Los radioyentes hacíamos peticiones a través del teléfono y nos las ponían en directo, los días siguientes. La de veces que llamé y la de veces que me atendía personalmente Araceli González Campa [que por aquel entonces acompañaba también a Fernando Argenta en su famoso programa: Clásicos Populares] Todavía dispongo de las cintas de cassette con las que grabé muchos de ellos. Duraba casi dos horas, desde las 13’05 hasta las 15’00. Y lo volvían a repetir por la noche, desde las 02’05 hasta las 04’00. Y ese día, aunque no había hecho ninguna petición ni se radiaba ninguna obra solicitada por mí, el programa se cerró con este tema que me emocionó desde el primer momento que lo escuché. A Guardiola se ve que también, como podrás comprobar al final de este vídeo [Pincha aquí: El vídeo que ayudó al Barcelona a ganar la Liga de Campeones] Y espero que a ti te ocurra lo mismo porque es una pasada. Un abrazo, Hannah.