CARTA Nº 15

Querida Hannah. Yo no he dicho nunca que defienda a las charangas, como algún malintencionado ha dicho recientemente. En todo caso, defiendo algunas cosas de ellas, al igual que critico muchas otras. Todo eso ya lo he ido aclarando en muchos otros artículos y escritos. Pero ya veo que siempre hay algún listillo que quiere intentar tergiversar mis palabras para su propia conveniencia. Por cierto, me parece que ese malintencionado debe de estar ahora dándole una infinidad de vueltas al mismo recorrido que hace habitualmente nuestras procesiones de Semana Santa. Dios sabrá (y nunca mejor dicho) cuántas llevará en este preciso momento. Aunque lo mismo lo está haciendo también alrededor de la fuente de La Cibeles, como acabo de comprobar en el Foro Municipal. Ya verás al final de esta carta, la cara que se le ha ido poniendo con tanta y tanta vuelta, jajajajajaja.

Mira, hace unos días, otro personaje ha dicho también que las charangas de nuestro pueblo son mediocres y de baja calidad. De eso también he hablado en muchos otros escritos que puedes leer tú misma en mi blog y que no voy a repetir aquí nuevamente. Pero vamos a suponer (por un momento) y a dar por cierto que sí lo son. Es decir, que son mediocres y que tienen poca calidad. Dicho esto, es preciso hacer algunas observaciones al respecto, las cuales no hay que tomarlas todas al pie de la letra porque se trata más bien de un ejemplo, aunque algunas de esas cosas SÍ que son ciertas: Si esas charangas no se juntaran ni una sola vez al año para ensayar [En todo caso, imagínate que solamente lo hicieran en la víspera de la Semana Santa, para hacer un poco de embocadura y sobre todo para poder verse las caras y para poder pasar un buen rato. Aunque tampoco es necesario hacerlo de ese modo. Eso mismo lo pueden hacer sin ningún problema, al día siguiente, en la procesión de Jueves Santo, en el pertinente corrillo que se forma entre canción y canción para charlar de sus cosas y todo lo demás] Decía que... si esas charangas no se juntaran ni una sola vez al año para ensayar, el resultado “musical” con respecto a lo que hicieran las otras bandas (con la excepción de la Banda de Música) seguiría siendo contundente aunque no hubieran ensayado durante un año entero. ¡¡No habría punto de comparación!! Y aunque todos los músicos tocaran ebrios, la “calidad” musical seguiría siendo muy pero que muy por encima con respecto a dichas bandas, por muy mediocres que puedan ser ellos mismos, es decir, las charangas. Y eso no es ninguna falta de respeto, ni a ellos ni a los demás. Eso es una triste realidad (triste por un lado, triste por el otro) y que no estamos dispuestos a cambiar, pese a que se nos llene la boca con flores, con halagos y con todo tipo de palabras rimbombantes que no nos conducen a ninguna parte, aunque todas se digan con una noble y buena intención. Sobretodo, cuando se dicen desde el anonimato y con la cara tapada. Ahí seguro que uno puede quedar bastante bien. Ya veríamos lo que dirían verdaderamente si pusieran junto a sus propuestas, sus nombres y apellidos para que todos pudieran saber de quiénes se tratan. Por cierto, más de alguno debería repasar las Santas Escrituras porque ya tenemos bastante con los Fariseos que hubo en la época de Jesucristo. A ver si es que todavía no hemos cambiado nada desde aquellos tiempos.

Que las Bandas de las cofradías tengan más mérito porque no cobran y porque les gusta la Semana Santa, es simplemente una apreciación subjetiva. Como siempre, las verdades de uno son las mentiras del otro. Y si se dicen generalizando, pues muchísimo mejor. Mira Hannah, si esas mismas bandas de las cofradías cobraran y tocaran exactamente igual que las charangas (o incluso, como la Banda de Música) serían criticadas de la misma manera que son criticadas hoy en día las mismas charangas. Aquí lo de menos no es como se toque realmente. Aquí lo único que importa es que lo hagan con el menor dinero posible. Y si es posible también, gratis. Aquí basta con tocar fuerte para decir qué bien que tocan esos músicos [Esto también se hace extensible, por supuesto, a otras agrupaciones musicales] Y se aplauden las actuaciones de unas y de otras con el mismo entusiasmo con el que se hace al inicio del siguiente video que aparece a continuación (unas líneas más adelante) aunque la caída de Brian haya sido realmente fortuita. Y además, la ignorancia que nos invade y que nos inunda a nuestro alrededor no es tan diferente a la de la gente que aparece también en el mismo vídeo. Por cierto, en este vídeo (y por supuesto, también en la película) confunden a Brian de Nazaret con el verdadero Mesías. Por si hubiera algún malentendido en este sentido, he de decir que también aparece en este mismo vídeo un pobre ancianito que rompe su voto de silencio cuando le “pisan” un pie. O sea, que cualquier semejanza que pueda haber con los sucesos que hemos vivido últimamente en nuestro entorno forero, sería totalmente fruto de la misma casualidad, como los frutos del enebro que también aparece en el mismo vídeo. Pincha aquí: LA VIDA DE BRIAN - EXTRACTO.

Por supuesto, si algún día se decidiera, por parte del cabildo, que todos los músicos que participaran en la Semana Santa tendrán que hacerlo gratis, a mí personalmente me parecería una resolución muy razonable y muy acorde al propio espíritu de lo que debería ser la Semana Santa. Pero en ese punto, es el cabildo el que tiene la última palabra y no hay más vuelta de hoja, por mucho que algunos pretendan influir con sus legiones o sus tropas de cofrades. [Aunque, por otra parte, también es verdad que si Jesucristo en persona prohibiera, no solo las procesiones, sino hasta la mismísima Semana Santa, él tampoco tendría nada que hacer al respecto. El cabildo de cofradías siempre tendrá la última palabra para dictaminar si se prohíben o no. Eso sí, después de una cruel y monumental batalla dialéctica entre algunas cofradías para llevarse el mérito de la resolución final. No obstante, tampoco debemos olvidar que la Semana Santa se hubiera inventado exactamente igual, tanto si hubiera muerto Jesucristo como si no. De la misma manera que también se ha “creado” o “inventado” el personaje de Brian y se ha “escrito” una hermosa pero “triste” historia sobre él.] De esa manera, cada cual puede saber perfectamente a qué atenerse en esta cuestión y puede decidir libremente si le interesa participar o no con esas nuevas u otras condiciones. Además, desde ese punto de vista, no sería tampoco una mala idea crear también Bandas de Música dentro y en el mismo seno de las cofradías, con la misma misión y con los mismos objetivos que las demás Bandas de Cornetas y Tambores. Y por supuesto, para seguir enriqueciendo la Semana Santa de Bullas. Un concepto todavía algo difuso, porque no está tan claro por donde está el supuesto enriquecimiento. Se lo preguntaremos mejor al coro que vino al Vía Crucis el año pasado. Y aunque no haya venido este año (lo cual ya es un motivo para que la Semana Santa sea algo menor que la del año anterior) sea por los motivos que sean (porque no estemos acostumbrados a la polifonía vocal, o porque nos guste tanto el ruido que ni siquiera sabemos callarnos nosotros mismos para escuchar debidamente a un coro en la calle o simplemente para ahorrarnos algunas perras) seguimos alardeando de enriquecerla, aunque sea con instituciones musicales que no llegan ni al nivel que tienen las charangas.

Una cosa, querer comparar la polifonía vocal con la música coral que se realiza en Bullas es otro despropósito y no hace más que reafirmar la ignorancia que hay en todas estas cuestiones. No es lo mismo cantar a una sola voz (como mucho a dos voces pero con un movimiento similar entre ellas) lo cual, es muchísimo más fácil, que cantar a cuatro voces moviéndose de una manera independiente cada una de ellas, lo cual es muchísimo más difícil de conseguir. ¿O es que los coros y la música vocal tienen, entre todas las diferentes variedades que existen, las mismas características para que podamos simplificarlos así, tan gratuitamente? Pretender conseguir el mismo efecto con uno y con otro coro viene a ser lo mismo que pretender conseguir el mismo efecto con un órgano que con un organillo. O con un piano y una pianola. Por muy bien que suene el organillo y por muy bien que suene la pianola. Ahora, si lo que se quiere es solemnidad y sencillez, no estaría mal el crear también un coro para cantar Canto Gregoriano, que le da un carácter más solemne y además, con piezas que requieren simplemente la participación de una sola voz, es decir, de una sola línea melódica.

Tampoco es posible pretender conseguir el mismo efecto con una Orquesta de Cámara que con una Orquesta Sinfónica. O pretender conseguir el mismo efecto con una Banda de Música que con una Charanga. De todos modos, habría que recordar también que hay veces que cuando escuchamos a una Charanga, podría darse el caso de que en alguna ocasión, pueda parecernos que estamos escuchando a una verdadera Banda de Música. Pero también podría darse el caso inverso. Que cuando escuchamos en determinados momentos a una Banda de Música, en realidad no estamos escuchando nada más que otra “vulgar” charanga. Por eso, en la sección AL DÍA de mi blog, entre otras muchísimas razones, voy poniendo muchos ejemplos para que se pueda diferenciar más o menos una cosa de la otra. Y es que muchas veces, no hay que guiarse ni por los nombres, ni por lo que puedan o dejen de cobrar, sino por el resultado musical, que es lo que debería importarnos de verdad.

Está muy bien que se critique todos esos excesos (y defectos) que cometen las charangas. Pero también habría que ver sus virtudes. Sin embargo, aunque a las bandas de las cofradías, no se les puede reprochar (todavía) esos excesos que sí tienen las charangas, a ellos no se les reprocha en absoluto su defectuoso nivel musical. Y no se trata ya de una cuestión de tiempo. Aquí la cuestión es la de la formación, de la que ya te he hablado en otras ocasiones, especialmente en la carta nº 1. Dice forofa que es muy fuerte que se hayan copiado de una canción. Lo fuerte no es eso. Lo fuerte es que hayan sacado apenas una nueva canción. O dos o tres. Poca diferencia hay con lo que te quiero decir. En las audiciones de la Escuela de Música (por ponerte solo un ejemplo) todos los profesores pueden preparar con sus alumnos, en apenas una semana, lo que preparan ellos durante tres meses. Y con piezas más difíciles todavía. Y no hablemos de los resultados, que aunque no fueran excelentes, tampoco difieren demasiado con el poquísimo tiempo en que se preparan. Pero qué podemos esperar de un lugar, donde piezas musicales como el PAQUITO CHOCOLATERO (por ponerte otro ejemplo) son menospreciadas y vilipendiadas hasta por algunos músicos: “Ustedes no ven más allá del tío de la pita y el paquito chocolatero” y por otros que no lo son: “Es que son piezas para fiestezuchas de los pueblos”. Cuando en muchos otros rincones de nuestro planeta, esas mismas piezas u otras de similares características, son recibidas muchísimo mejor todavía que aquí mismo. Puedes pinchar aquí: EVIVA ESPAÑA. También puedes ver el siguiente vídeo que aparece a continuación. Creo que es en Eslovenia, pero no estoy seguro. De todos modos, imagínate por un momento que estamos en Viena, en la capital de la música, como se suele decir habitualmente. Concretamente, en el Concierto de Año Nuevo. Y que se ha programado, en vez de la Marcha Radetzky, la siguiente pieza musical:




Que les guste la música y que les guste la Semana Santa a los músicos de las cofradías, ya te he dicho anteriormente que es una apreciación subjetiva [Alguno habrá que le guste la Semana Santa pero también que le guste además, la chavala que toca la trompeta a su lado] También les gusta la música y la Semana Santa a los músicos que tocan en la Banda de Música. Y además, con mucha ilusión y con mucha entrega. Pero si dejan de hacerlo en la Banda (como ocurría antes y como ocurre también ahora, por las numerosas razones que puedan tener o por las que puedan haber) y continúan haciéndolo en las Charangas, entonces ya no les gusta la música ni la Semana Santa. Brillante reflexión y magnífica conclusión. Como en Rebelión en la Granja, también de George Orwell. Mira Hannah, si de mí dependiera, músicos como el tengo para todos, no quisiera tenerlos yo ni en la Banda, ni en la Charanga ni en ningún otro sitio (aunque los haya tenido desgraciadamente en alguna ocasión). Pero tampoco querría tener a otros como el marciano y otros personajes de idénticas características. Por mucho que toquen y por muy bien que lo hagan, no los querría ni en pintura. Porque hay ocasiones en que, los que molestan de verdad no son precisamente los que no tocan [a ellos se les puede seguir formando tanto personal como musicalmente, aunque eso no quiere decir que ya tengan que tocar sin estar mínimamente preparados. Eso de ir de bulto no va conmigo, ni en una banda ni en una charanga] Los que más molestan de verdad son precisamente los que se las dan y los que presumen de tocar. Y de esos hay tanto en las bandas como en las charangas. Y si unos hacen corrillos cuando no se debe, se debe de decir y de criticar muy claramente. Lo malo es cuando algunos se presentan ebrios (y que conste que ahora SÍ hablo en serio, aunque no me esté refiriendo a nadie de las charangas, aunque en alguna otra ocasión sí haya ocurrido con algunos componentes de ellas) y nadie protesta por ello. Ya sabes lo que se dice sobre el ojo, la viga, la brizna de paja, el vecino o el hermano, etc etc etc... y que viene a decir más o menos lo siguiente: O todos moros o todos marcianos, digo cristianos.

Y precisamente, para ilustrarte esta última frase, que me ha venido como anillo al dedo (no lo digo solo por la rima sino por las fechas en las que nos encontramos) te he preparado el siguiente vídeo que está dividido en tres partes. La primera es evidente pero cambia Caravaca de la Cruz por la 5ª Avenida de Nueva York. Y no hace falta que cuentes las veces que aparece el cámara en la imagen, ¿vale? La segunda... puedes mejor saltártela, que eres todavía muy jovencita, ¿eh? jajajajaja. Y la tercera: NO TE LA PIERDAS. Porque vas a conocer por fin, al mismísimo marciano EN PER - SOsoNAAAAAaaAaaAaa, jajajajajaja. Un abrazo muy fuerte, Hannah.