Querida Hannah. Por fin ha llegado el XX ANIVERSARIO de mi adaptación instrumental de A PEDIR SU MANO, de Juan Luis Guerra, que hice “en exclusiva” para Los Pekes. ¡¡20 años hace ya, tía, que se dice pronto!! Corría el año 1991 y yo tenía por aquel entonces 18. Bueno, me faltarían unos pocos meses para cumplir los 19. La verdad es que fue, más que impresionante, ALUCINANTE. Cómo gozamos ese verano con esa espléndida y magnífica canción. Creo que fue una pieza muy acertada y que revitalizó, de una manera muy significativa, a la propia agrupación. Y eso que la canción en sí, no era de las que más sonaban por aquella época. Porque aunque el nombre de Juan Luis Guerra era ya bastante conocido y popular (con canciones como Ojalá que llueva café, La bilirrubina y muchísimas otras) no lo era precisamente por esa canción. Hace poco le dediqué un apartado especial en mi blog. Puedes pinchar aquí: A PEDIR SU MANO - AL DÍA.
Ese año también hice algunas otras adaptaciones que tuvieron más o menos cierta trascendencia, como por ejemplo: SOPA DE CARACOL, ALL MY LOVING, CAMPEONES, CABALLEROS DEL ZODIACO y MAMA - CHICHO. También hice la adaptación para Banda del Pasodoble de Juan Fernández Béjar (Juan “De Los Carrascos”): LA ALEGRÍA DE LOS LINGOS y que llegaríamos a tocar también, posteriormente, con la Banda de la Escuela. También hice otras adaptaciones que, por múltiples razones, no llegaríamos a tocar nunca en público, como MUNDO DE CRISTAL y ABRIL EN PORTUGAL. Y también, una adaptación muy especial de COKTEL TROPICAL. Esta última pieza no tuvo demasiado éxito aquel año (cuando hablo de éxito, me refiero a nivel de la agrupación, jajajajaja), pero simplemente porque no estábamos preparados para afrontar “para la calle” un popurrí de cinco minutos y que tenía más bien unas características “casi” de concierto. Pero fue el primer paso para que yo pudiera hacer, diez años más tarde: 2001 UNA ODISEA MUSICAL EN EL ESCENARIO, un popurrí de media hora de duración. Hasta hoy [dentro de poco se cumplirán 10 años] es la adaptación más importante que he realizado (en cuanto a duración se refiere), seguida de ESPECTACULAR, ESPECTACULAR (15 minutos aprox.) que hice justo al año siguiente.
Con la marcha del anterior Director (Francisco Sánchez Mateos) tuve que hacerme cargo también de la Dirección Musical. Y por aquella misma época, empecé a impartir clases en la Escuela de Música. [Unos años más tarde, cuando tenía 26 y 28, tuve que hacerme cargo también de la Dirección de la Banda y de la Escuela, respectivamente.] Aunque la verdad es que no era la primera vez que me ponía al frente de Los Pekes, ¿sabes? Unos 5 años antes, cuando tenía solamente 13 recién cumplidos, no tuve más remedio que hacerlo también para poder estrenar un HIMNO A BULLAS y un pasodoble titulado LA TROMPETA QUE DEJÓ DE SONAR que había compuesto a los 12 años. Ese mismo año (1985) me fui a estudiar a Cehegin. Y precisamente, mi primer maestro allí, fue, nada más y nada menos que, José Vélez. No el famoso cantante canario de “Bailemos un vals”, “Romántica”, “Vino Griego” y otras muchas canciones; sino el futuro autor de EL EVANGELISTA y de JERUSALÉN. Y a los 14 me fui al Conservatorio de Murcia para estudiar las carreras de Saxofón y Contrabajo, además de tocar también en la Orquesta de Jóvenes y en la del Conservatorio.
Por aquellas fechas, también iba al Insti, como podrás imaginarte. Y allí mismo escribí también mi primer artículo. Se titulaba de esta manera tan llamativa y singular: MONSTRUITOS MELENUDOS CON GUITARRÓN. Debo de tenerlo por alguna parte. Cuando lo encuentre, lo mismo te lo envío. Aunque no por el contenido, que seguro que después de tanto tiempo y con las cosas que he aprendido desde entonces, quizá ya no comparta ni conmigo mismo, sino porque es la primera tentativa de ese afán por escribir que ya tenía en aquella época.
La verdad es que no me acuerdo de cómo ni de cuándo empezó todo. Sé que antes de que tuviera conciencia de mí mismo, a mí ya me gustaba la música. Lo que más me gustaba era cantar. [Dicen que me pasé 7 meses “cantando” de día y de noche, después de nacer, jajajajaja] Mis canciones preferidas eran las del mexicano Pedrito Fernández [no te confundas con Pedro Fernández, que fue uno de los mejores trompetistas que tuve cuando fui Director de la Banda de la Escuela de Música y además, compositor e intérprete (a la guitarra) de sus propias canciones. Todavía conservo como un verdadero tesoro un disco que me grabó hace ya mucho tiempo.] y muy especialmente, su canción más famosa: LA DE LA MOCHILA AZUL. Luego mi padre me apuntó a MÚSICA. Y descubrí que, además de cantar, podía también tocar instrumentos musicales. Por eso empecé a tocar primero el requinto (clarinete en mi bemol) y luego el saxo y más adelante, el contrabajo. Y también descubrí que podía componer. Y que podía realizar adaptaciones musicales. Y enseñar. Y también descubrí muchísimas otras cosas que estaban muy relacionadas con las diversas manifestaciones artísticas. Pero lo más asombroso y maravilloso que descubrí es que todo estaba, de alguna manera, relacionado e interconectado entre sí. Que todo formaba parte de un mismo mundo y de una misma idea. Y esa idea básica era la de expresar, la cual se podía hacer de múltiples formas. Y que, finalmente, todo se reduce a una necesidad interior que lleva uno encima durante toda la vida. La de expresar cosas, ideas, sentimientos, emociones... y que es algo tan imprescindible para mí, que si no lo hiciera de alguna manera, viene a ser como si me faltara el aire para respirar. Y no me refiero simplemente a hablar, que yo más bien hablo poco. [Aunque cuando la ocasión se presenta, los ratos que paso hablando con algunos de mis amigos, suelen ser más largos que los ratos que pasa, por ponerte un ejemplo bastante reciente y muy relevante, el Rey de España con el de Marruecos (Una hora y media, jajajajaja). Pero si muchas veces solemos estar entre 4, 5 e incluso hasta 6 horas; y siempre nos vamos con la sensación de que nos ha faltado tiempo...] Me refiero, más bien, a una necesidad interior de expresar, la cual unas veces se materializa de muy diferentes maneras, como por ejemplo, a través de los sonidos (cantando, tocando instrumentos, componiendo, adaptando...); a través de los gestos (dirigiendo); las imágenes (mis montajes audiovisuales); las palabras (enseñando); la escritura (mis artículos, escritos, los boletines, mi blog...) y seguro que se me escapan algunas más.
Pues nada, que por este motivo que te he dicho al principio, había pensado hacer una edición especial XX ANIVERSARIO de A PEDIR SU MANO. Pero viendo lo que acabo de ver en el Canal de YouTube de Los Pekes, al final se me han quitado definitivamente las ganas. De todos modos, voy a probar junto a mis 3 sobrinos, a ver si por lo menos podemos cantar los cuatro, la introducción vocal de la canción original, que no la incluí en su momento. Y lo mismo para el año que viene, me entran ganas de hacer la edición especial XX ANIVERSARIO de YELLOW RIVER, ya que se cumplirían los 20 años de la adaptación que hice también para Los Pekes. Pero como no tuvo éxito ese año, quizá me espere al año 2017, que es cuando se cumplirían los 20 años de cuando la volvimos a tocar nuevamente, junto a los alumnos de la Escuela. Y fue cuando por fin tuvo el éxito que se merecía, jajajajajaja. Ah, oye, al final de estas líneas, puedes ver también un montaje audio - visual muy especial, que ya hice pensando para conmemorar esta importantísima efemérides. Eso sí, “Pídele a marciano” que se vaya dando alguna que otra “vuelta” por mi Canal de YouTube, porque tengo algunos otros montajes donde aparece la Banda. Lo digo por si le molesta también que haga alguno sobre Los Pekes. Y ya de paso, le explicas tú misma, a ver si se entera de una vez por todas, de por qué me tuve que ir de allí. Tanto decir que si les defiendo o no les defiendo. ¿O es que también le molesta que la Agrupación haya querido contar conmigo, en el hipotético caso de que alguna vez pudiera hacerse con la gestión de la Escuela Municipal de Música? Seguro que es eso lo que le preocupa verdaderamente. Un abrazo, Hannah.