CARTA Nº 112

CAROLINA: “Caballero del alto plumero, ¿dónde camina tan pinturero? Los caminos que van a la gloria son para andarlos con parsimonia”.
 
JAVIER: “Señorita que riega la albahaca, ¿cuántas hojitas tiene la mata? Me parece que pasan de ciento, como las plumas de mi plumero”.
 


Querida Hannah. Con este dúo tan famoso y archiconocido de la zarzuela LUISA FERNANDA he querido empezar esta nueva carta, que ya desde hacía bastante tiempo (apenas unas horas pero demasiado para algunos) llevaba sin realizar. Lo hemos escuchado en la excelente y magnífica interpretación de Doña Florinda y el Profesor Jirafales. Aunque a mí, personalmente, me gusta mucho más la de Doña Petronila y el Profesor Bacalao. Que por mucho que se esconda, a él sí que se le ve y se le nota el tufo a rey pescado rebozado, aunque el santo sarcófago (o algo así) vaya muy bien disfrazado. En cuanto a ella, no lo tengo todavía del todo claro. Esperaré noticias de Tomás Achús, a ver qué consigue descubrir de aquí a la semana santa que no tenga viernes santo. Desde aquí le doy ánimos (al igual que al Tengo para todos y a otros muchos) para que continúen ensayando y para que sigan realizando una soberbia interpretación, como la que tienes al final de estas líneas. Para quitarse el sombrero. Y que luego digan ellos mismos a quiénes se les ve el plumero.
 
Y hablando precisamente de zarzuelas, he encontrado recientemente un foro relacionado con nuestro Teatro Lírico Nacional que es muy interesante [Pincha aquí: NUEVA ZARZUELA] Había pensado en registrarme un día de estos. Pero prefiero que lo haga primero mi Tío Ramón [Carta nº 3 * CH - 3 * Pincha en la columna de la derecha] desde el ordenador de su casa. Y que luego él le pase el correo electrónico y la contraseña a mi Tía Bernarda [CH - 73] Y después de escribir ella el primer mensaje en el foro zarzuelero, que cambie el correo y la contraseña por otra diferente para pasárselo posteriormente a mi prima Juana, la de las cartas. Y ella a su vez (después de escribir el segundo mensaje) vuelva a cambiar el correo y la contraseña para pasárselo después a mi perro. Y él, desde su propio ordenador personal que tiene instalado en la caseta (después de escribir un tercer mensaje y de cambiar una vez más el correo y la contraseña) te lo pase a ti. Y que luego tú me lo pases a mí. Y así sucesivamente... Bueno, quizá no sea necesario complicarlo tanto. Pero si unos se inventan varios nicks para una sola persona [de esto debe de entender bastante el mismísimo Don Bacalao] otros podrían hacer justamente lo contrario: un nick para compartirlo con varias. Parece mentira que no se les haya ocurrido antes. Un abrazo, Hannah.