CARTA Nº 113

Querida Hannah. ¡¡Por supuesto que te puedo sugerir un instrumento para tu amiga!! ¡¡Faltaría más!! Podría empezar primero tocando este:
 


Por lo menos, le valdría para ir practicando un poquito. Aunque también podría intentarlo con la botella de B - 12. Así le podría tocar también una alegre serenata a Don Estrella de Levante (o algo así). Ya sé (y no me extraña en absoluto) que después de escuchar la melodía, se iría a vomitar un ratillo al cuarto de baño, como suele hacer casi todas las noches en su programa habitual favorito: EL CLUB DE LA GABARDINA, en la que dos personajes distintos (e hipotéticamente dispares) nos divierten con sus ocurrencias y sus travesurillas que ya nadie (o casi nadie) les tiene en cuenta. Porque todo el mundo sabe a estas alturas (incluso el tengo para todos) que dichos personajes están encarnados siempre por la misma persona (o por el mismo grupito, que viene a ser lo mismo) aunque traten por todos los medios de disimularlo una y otra vez. En ese caso, le aconsejaría a tu amiga que le tocara también una coplilla con este otro instrumento:
 


Y como ya sabemos que le gusta muchísimo los sermones [Carta nº 96 * CH - 96 * Pincha en la columna de la derecha] y también los ecoparques [Carta nº 99 * CH - 99 * Pincha en la columna de la derecha] yo le aconsejaría a tu amiga que eligiera también alguno de los instrumentos que aparecen en el vídeo que tienes al final de estas líneas. Y ya que un tal copero le sugirió dar un pregón en las Fiestas de La Copa [como si con los sermones que nos da cada noche no fueran suficientes - mira quién habla precisamente de obsesión, jeje] yo le amenizaría el mismo con toda una imponente sinfonía. A ser posible, que sea sacra [Aunque tampoco estaría mal que fuera un tanto sacrílega] Y ya de paso, haremos lo imposible para enviarlo a Roma (que está un poco más lejos que La Copa) para que sea proclamado el nuevo sucesor de Benedicto XVI. ¡¡Pues no se pondrían contentos algunos con tener un Papa en sus filas!! Siempre que sean los primeros, jajaja. Si no, ¿cómo iban a presumir entonces? Aunque pensándolo bien… podríamos enviar en su puesto a algún compañero suyo. Y a este otro lo ponemos mejor para que organice las intrigas palaciegas que se cuecen en el Vaticano. Que ese papel le vendría ni que pintado, teniendo en cuenta su larga y dilatada experiencia…
 
Espero haberte sido de alguna utilidad. Pero antes que nada, dile a tu amiga (mientras practica con algunos de estos instrumentos) que le vaya quitando los números de los pistones. Que eso sí que es copyright violáceo, cárdeno, azulado, purpúreo… o algo así. Un abrazo, Hannah.