Querida Hannah. Hoy te escribo desde el Ecoparque, concretamente desde la pizarra del aula, la cual está conectada vía satélite al ordenador de mi casa. Ya he dejado a cargo a mi perro para que se ocupe de todos los detalles y para que te pueda enviar esta carta sin ningún tipo de problema. Hace tan solo unos minutos que hemos acabado la clase de solfeo. Y dentro de unos instantes, nos disponemos a iniciar un nuevo ensayo. Hoy vamos a tocar: “Las narices del cananeo”. Obra fundamental e imprescindible para todos los amantes y seguidores de la Semana Santa Cananea (o algo así). Aunque mi perro ya me ha indicado que esta pieza la conocía desde que la cantó y la tocó con la flauta en el libro de solfeo que tenía cuando estudiaba en la DCM [Dogs City Music] Menudo perro flauta está hecho... La semana pasada practicamos el “Ut Queant Laxis”, el Himno a San Juan (en este caso, el Bautista) que dio origen a las notas musicales [Pincha aquí: UT QUEANT LAXIS]
Por cierto, hoy hemos tenido una visita inesperada. Bueno, “inesperada” no es exactamente la palabra apropiada. Inesperada será en todo caso la reacción de algunos cuando se enteren que el inspector de trabajo que hemos tenido esta misma tarde en nuestras instalaciones, no ha venido precisamente por motivos de trabajo sino para quedarse a tocar la trompeta. Parece que ya se ha dado una vuelta por los otros ecoparques de la ciudad. Todos muy chulos, sí. Sin embargo, es evidente que prefiere quedarse aquí ya que el aire que se respira es muchísimo más puro, al estar en pleno contacto con la naturaleza. Lo cual, resulta lógico y axiomático (o algo así). Y mucho más, teniendo en cuenta que el vertedero [Al final de estas líneas tienes uno verdaderamente espectacular] nos queda todavía un tanto lejos y los malos olores siguen llegando desde los mismos sitios de costumbre [El mejor director de España… el mejor director del Mundo… el mejor director de La Vía Láctea… ¿o era el de La Vía Verde…?] Y de eso ya da cuenta mi propio perro, que siempre está metido en las redes suciales (sic). Como dijo Shakespeare: “Algo huele a podrido en Dinamarca…” Lo que no sabía este dramaturgo es que ese Reino estuviera tan cerca. Saluda de mi parte al fantasma del castillo. Y a los bufones de la corte que le vayan a replicar o simplemente a secundar a partir de este momento, les envías un poco de aceite para que engrasen las bisagras de puertas y ventanas, que chirrían un poco.
Este simpático inspector nos ha hablado también de la cantidad de contratos basuras [legales] que se realizan por parte de las diferentes administraciones, incluidas las locales. Y cómo a más de uno le han dejado en el paro con una ridícula y mísera cantidad inferior a 475 € y con una duración inferior a 10 meses. Mientras tanto, la crisis se agudiza cada vez más y más. Y aún así… todos tan felices y tan contentos por una Eurocopa que no soluciona nada de nada. Ni ahora ni hace 4 años. Sí, sí... estaría muy bien volver a los tiempos de la peseta... Como si con la peseta no hubiera pasado igual. ¿O es que el valor de la peseta ha sido siempre el mismo? Pero aquí lo único que importa es tener Fe en algo. Aunque sea en alguien que tenga un balón en los pies... Y si es del Athletic, mucho mejor. Un abrazo, Hannah.